CUSCO: Juicio x Jurados

Adecuada solución a nuestros graves problemas como Nación.


Conferencia en Cusco - Perú

Día y hora : Viernes 9 de Diciembre, 5:00 pm
Lugar        : Hotel Chaski Corporation
Dirección  : Av. Infancia 443 Wanchaq - Cusco
Referencia: A media cuadra del "Parque Marianito Ferro".
Informes   : Móvil 989-388200 (Cusco)
                            979-949851 (Chiclayo)
E- mail      :  projurados@hotmail.com

Actividades PROJURADOS Julio -Diciembre 2016 En coordinación con la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia

Expositor Iván G. Fernández Paz Director del PROYECTO JURADOS, en apoyo y coordinación con la: RED LATINOAMERICANA DE JÓVENES POR LA DEMOCRACIA.

Reforma del Sistema de Justicia: Juicio x Jurados

Expositor Iván G. Fernández Paz Director del PROYECTO JURADOS, en Coordinación con la RED LATINOAMERICANA DE JÓVENES POR LA DEMOCRACIA

UNIVERSITY OF CALIFORNIA, SANTA CRUZ - Certificado

Recién consideré adecuado -modestia aparte- presentar éste certificado (Abril-2009) que me fue entregado por una Universidad de Estados Unidos por la exposición de "The World Jury on Trial" (El juicio por Jurado en el mundo), vinculado al tema que me apasiona: Juicio x Jurados.

ELIGIENDO MAGISTRADOS

Por: Iván G. Fernández Paz (*)
“Sabiendo cómo se elige la Magistratura, se comprende todo” Manuel González Prada: Horas de Lucha / Nuestros Magistrados.
Referirnos a la elección de: Jueces, Fiscales,  Tribunos Constitucionales, Procuradores, Comisionados Defensores del Pueblo, Contralores, entre otros (en adelante Magistrados), es contextualizar un álgido tema difícil de ser exento de intromisión política alguna -por obvias razones- y porque así lo precisa nuestra Constitución Política en lo que respecta a Prohibición a Jueces y Fiscales en su Art. 153: Los jueces y Fiscales están prohibidos de participar en Política (…)”
Debemos asegurar posición propia de una democracia participativa directa en la cual el voto o sufragio en estas instancias precisamente debe y obliga a ser eminentemente popular, guste o no los políticos partidarizados y sus amigos de la alta magistratura; con esto se lograría como ejemplo lógico  elemental que el Defensor del Pueblo sea elegido por su mismo pueblo, o en su máxima expresión sin precedentes hacer del Poder Judicial un verdadero poder del Estado.
“El poder del Estado emana del pueblo” reza el Art. 45 de nuestra Constitución Política, tal poderosa facultad nos vincula a la elección popular de sus autoridades; no obstante, en Latinoamérica el poder político asume como tesis cooptar representaciones e instancias que resuelven, dictaminan u opinan temas de Justicia, sea ésta a nombre de Dios o el pueblo, anteponiendo inusitado interés particular; en su antítesis se les advierte que, democracia es mucho más que elegir mediante votos candidatos de partidos políticos.
En nuestro país –y toda Latinoamérica- se crearon y entre copiaron instituciones con la noción de evitar desconfianza ciudadana y fueron constantemente reformadas desde nuestros inicios como República con el “noble” propósito de establecer “independencia” en estamentos judiciales y de control Estatal, en el proceso de “invención” de instancias y la  forma de elección de sus integrantes magistrados, el común denominador fue el de no involucrar al pueblo soberano bajo la falsa excusa de no estar preparado.
Se considera como principal visión institucional la de prestar servicios, reduciendo de manera sustancial la corrupción y el abuso de sus magistrados integrantes, para llegar a eso no existe otra mejor forma de hacerlo más que con la vinculación de la participación popular, siempre eficaz aun cuando se esgrima oneroso presupuesto, pues su relación costo – beneficio, resulta provechoso para la sociedad, reparando en que la democracia la paga el pueblo y debe de retornar a éste de alguna forma:más democracia no es peor, más democracia es mejor”.
Una de las formas fue prevista y estipulada en nuestra vigente Constitución Política: “Art. 139 Inc. 17. La participación popular en el nombramiento y en la revocación de magistrados, conforme a ley”. Lamentablemente intereses políticos partidarizados han evadido su responsabilidad de emitir respectiva Ley orgánica y éste importante párrafo duerme el sueño de los justos desde 1983; siendo su temor el que la justicia en las manos del pueblo no les es de su particular agrado ni conveniencia, por cuanto se cerraría el circulo al mencionar: “Si el pueblo los eligió (voto popular), pues que el mismo pueblo los juzgue (justicia ciudadana)”.
Razón ante la cual, urge exponer ideas a ser incluidas en la futura norma orgánica, con lo cual se pueda hacer que tales instituciones sean en verdad independientes del poder político (de turno), entre los más cercanos a la convicción y aceptación  ciudadana, están aquellos sustentados en el principio de innovación (adopta y adapta) siendo analizadas y recogidas de experiencias exitosas en  países europeos (anglo-germanos), estipulándose de la siguiente forma:
1º.  Serán las Universidades con sedes en cada Región quienes deberán proponer las ternas para magistrados, estos son alumnos egresados de sus mismas aulas (10 años atrás) y deben de haber ocupado en sus épocas de estudiantes los primeros puestos para postular a Jueces y para Fiscales haberse mantenido siempre en el tercio superior (considerar que los perfiles de Jueces y Fiscales son muy diferentes).
2º.  Los candidatos cumplirán con requisitos especiales por los cuales sus propias Universidades los han venido siguiendo e investigando (activos y pasivos curriculares) en calidad de ser sus ex alumnos y como adecuado filtro de un proceso de selección,  ante lo cual terminan avalando el aspecto ético, moral y académico de su  postulante, quién obviamente no podrá pertenecer a ninguna tienda política partidarizada por razones obvias ya expuestas.
3º.  Es importante otorgar peso adicional (prioridad) a los nacidos en la misma circunscripción en la que postulan por cuanto la población -respecto a éste hecho- conoce el accionar no solo del candidato sino de su ascendencia familiar la cual puede ser reconocida por muchos, formándose un perfil del ser y devenir de buena familia, correcto y adecuado ciudadano; situación que se torna difícil de contrastarla cuando un candidato es foráneo.
4º.  Ante la probabilidad de tachas o recusaciones de los candidatos, estas deberán  estar debidamente  fundamentadas con pruebas y ser expuestas por cualquier ciudadano o institución ante un tribunal de ética y publicar las conclusiones en los medios de prensa; de resultar ciertas, la propia universidad que lo postuló le quitará el respaldo y el candidato “caerá” por sí mismo, pues se corre el prestigio de la misma universidad ante la ciudadanía.
5º.  Por último saneado el proceso y pre-selección de los candidatos, se  procede a la elección popular; determinado que, así como el pueblo los eligió, el mismo pueblo ante un Tribunal ciudadano los puede revocar por inconducta alguna probada ante un debido proceso.
Siendo ésta pauta un bosquejo inicial, resulta susceptible de ser mejorada, pudiéndose  considerar mayores y mejores argumentos trasladados hacia su futura normatividad, pero siempre teniendo como derrotero y aval principal la garantía del ciudadano manifiesta en su elección popular.
(*) ANALISTA POLÍTICO–
¡Democratizando el Sistema de Justicia!
Asociación Civil Promoviendo Desarrollo / Director del PROYECTO JURADOS (PROJURADOS)

Correo E-mail: projurados@hotmail.com

Sistema de Justicia Democrático - Perú

Por: Iván G. Fernández Paz (*)
Democratizar el sistema de Justicia (parafraseando a Kant) resulta un “imperativo categórico” aquí y en el mundo, en lo que respecta a temas de Justicia en Perú y otras naciones éste se torna exigencia con carácter de urgencia al confirmar que, si tu sistema de justicia no funciona, nada funciona ni funcionará bien –democracia incluida-; y por cuanto la deducción lógica proposicional de orden nos  dice: La democracia es justicia si y sólo si la justicia es democrática.
Diagnosticar problemas de nuestra justicia es “agregar rayas al tigre”, en sí, no tiene caso incidir en asuntos conocidos por todos, ante lo cual estamos obligados de manera indefectible a cambiar lo que se tenga que cambiar -mutatis mutandis-; sí cabe aportar soluciones, siendo la más adecuada -en tiempos de inclusión social- empoderar al ciudadano en su sistema de justicia, logrando como máxima expresión hacer del Poder Judicial un verdadero y democrático poder del Estado.
Impostergable tarea a ser inculcada a nuevas generaciones quienes (al cambiar de chip) deberán comprender que, Democracia no solo es voto y partidos políticos; siendo ésta doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno, resulta más efectiva cuando se articula al sistema de justicia; de paso entenderán que, al ser Justicia virtud cardinal inherente a todo ser humano (lego), ésta -la justicia- no es, ni puede ser, asunto exclusivo de abogados (letrados).
Para enrumbar al pueblo hacia su justicia, es necesario (casi imprescindible), cuestionar el paradigma de la educación, por cuanto siempre se le antepone en primerísimo lugar, subrogando y soslayando a la justicia; valórese el contexto en que, siendo la Educación buena e importante para el individuo, éste no necesariamente contribuyen al desarrollo de su Nación; situación que si es real y  positiva con un buen sistema de justicia, por lo tanto, Justicia es prioritario ante educación y no son necesariamente complementarios, advirtiendo que el orden de factores si puede alterar el resultado.
La hipótesis educativa activa alarmas al subconsciente colectivo, cuestionando: ¿Está preparado el pueblo (inculto) para manejar el poder de la justicia?; al contrastar con elemental antítesis, se replica: ¿Funciona nuestro sistema de justicia, el cual está en manos de titulados, cultos e instruidos? O, responder al dilema: ¿Cuál justicia es mejor, la de las Rondas Campesinas o la profesional? O ¿Es posible educar con igualdad a toda una Nación?
En el sentido ut supra, es de comprender por qué grandes naciones tienen un –casi- efectivo sistema de justicia siendo éste semi-profesional el cual comparte de manera solidaria y responsable materias de justicia entre los profesionales del derecho en asuntos del proceso y norma, y delega en sus ciudadano como deber y privilegio encargarse de los asuntos que corresponden a los hechos.
Es de avizorar que Perú cuenta con presunciones de pleno y absoluto derecho -iuris et de iure- incluidos en su vigente Constitución Política, con las cuales lograría respaldar y establecer pilares para democratizar su sistema de justicia, como son:
1.- Juicio por Jurados (jurado de juzgamiento, 12 ciudadanos): Establece un verdadero Poder Democrático del Estado con participación ciudadana plena y vinculante bajo la expresión irrestricta de compartir responsabilidades de gobierno entre sus ciudadanos, así tenemos como sustento:
Artículo 43°.- Estado democrático de derecho. Forma de Gobierno La República del Perú es democrática (…)
Artículo 45°.- Ejercicio del Poder del Estado. El poder del Estado emana del pueblo. (…)
Artículo 138°.- La potestad de administrar justicia emana del pueblo y (…).
Artículo 149°.- Las autoridades de las Comunidades Campesinas y Nativas, con el apoyo de las Rondas Campesinas, pueden ejercer las funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial de conformidad con el derecho consuetudinario (…)
2.- Elección popular de Magistrados: Manifestación política sin intervención de partidos políticos,  donde será el sufragio popular con la participación de universidades de todo el país, quienes elegirán y propondrán –respectivamente- a nuestros futuros magistrados, manifestado en:
Concordancia del Art. 45, con el Artículo.- 139. Inc.17. La participación popular en el nombramiento y en la revocación de magistrados, conforme a ley (norma orgánica por establecer).
3.- Gran Jurado (jurado de acusación, 24 o más ciudadanos): Institución política ciudadana descentralizada adscrita al Ministerio Público, la cual podría contribuir con los Congresistas en sus facultades de investigación-acusación política objetiva, evitando que éstas sean vistas como contubernio arreglado de conspiraciones y confabulaciones de opositores, pérdida de tiempo y recursos donde el único que termina afectado perdiendo ingentes cantidades de dinero es el Estado, y los políticos investigados salen airosos, alegando supuesta “cacería de brujas”; tal innovadora institución aplica trasladando al ciudadano ésa responsabilidad, cambiando en lo que respecta en:
Artículo 97°.- Función Fiscalizadora: El Congreso (y el Gran Jurado) puede iniciar investigaciones sobre cualquier asunto de interés público. Es obligatorio comparecer, por requerimiento, ante las comisiones encargadas de tales investigaciones, bajo los mismos apremios que se observan en el procedimiento judicial.
Instaurando progresivamente éstos institutos democráticos y otros más como, el Defensor del Pueblo (OMBUSMAN) sea elegido por el mismo pueblo, el comisario (sheriff) ciudadano ejemplar, subordinar la Policía al Alcalde, la Fiscalía sujeta al Gobernador,  Indultos otorgados por comisión de ciudadanos, comités ciudadanos anticorrupción, elección popular de Procuradores, entre otros, es de asegurar que la justicia en manos populares encausará a nuestra sociedad hacia una positiva transformación; para culminar, es de mencionar que la justicia es sumamente importante para una Nación como para dejarla solo en manos de abogados, reforzada con aquella frase de Abraham Lincoln (1864): "Dejad que el pueblo conozca los hechos, y el país estará seguro".
(*) ANALISTA – Asociación Civil Promoviendo Desarrollo Chiclayo
Director del: PROYECTO JURADOS (PROJURADOS)
E-mail: projurados@hotmail.com

“Juán Perez y su viaje al más allá” (Cuento )

Autor:  Iván G. Fernández Paz
Erase una vez Juan Pérez un millonario, quien al fallecer “vio una luz al final del túnel”,dirigiéndose hacia esa, sintió que flotaba por los cielos; de pronto, apareció un impresionante portón por el cual se permite el ingreso al Jardín del EDÉN o PARAÍSO, imponente armazón de madera a la cual se acercó para tocar con impetuosa decisión… (¡toc, toc, toc!).
Luego de unos segundos, se abrió una “ventanilla” de la misma puerta, asomándose la imagen de un anciano de aspecto benevolente, de amplia barba blanca y refulgentes vestiduras, quién muy cortésmente se presentó: – ¡Hola! soy Pedro quién resguarda las llaves de ingreso al Paraíso – ¿Y Usted. quién es?
El aludido contestó: –Saludos, soy Juan Pérez del Perú y es mi deseo ingresar al PARAISO – ¿Podría Ud. dejarme entrar?
– ¡Momento por favor! – Respondió San Pedro, – antes, debo de revisar si se encuentra en la lista de los ingresantes (luego de leer extenso listado); respondió – Mmm… ¡Juan Pérez NO!,NO está en ésta lista.
–¿Cómo? – exclamó asombrado Juan–. ¡No es posible! Su sistema debe estar fallando, vuelva a revisar por favor;le advierto que soy una persona sumamente preparada, educada, culta e instruida, por lo tanto debo de estar en aquél listado.
Por segunda vez, San Pedro volvió a revisar la lista, exclamando – ¡Reitero! Ud. no ésta aquí en la lista –
A lo que Juan Pérez alegó: –No es posible, pero si fui una persona exitosa, mire Ud. en Educación me ha ido muy bien, siendo muy inteligente ejercí mis dos profesiones -abogado y economista-, cuento con Maestrías y un Doctorado, llegando a ser hasta juez del Poder Judicial, manejo varios idiomas a la perfección -inglés, alemán,francés-, hasta he hablado en latín con el mismo Papa; he viajado a tantas naciones del mundo que en Historia y Geografía soy un experto, tengo escrito 2 libros, he emitido opiniones en diversos medios de comunicación y hasta fundé mi propia Universidad.
Mientras Juan Pérez describía su alto nivel educativo y de instrucción, -por tercera y última vez- San Pedro,revisaba el listado de ingresantes al Paraíso, replicando– ¡Definitivamente, Usted,no ésta aquí!
Aturdido Juan Pérez, prosiguió haciendo alarde de su “hoja de vida terrenal”, diciendo: – Don Pedro, en el aspecto Económico me ha ido excelente, fui accionista principal de importantes empresas, he dejado cuentas bancarias con Millones de Soles,Dólares, y hasta Euros; he comprado diversas propiedades, mi esposa e hijos han quedado asegurados y bien establecidos en lo educativo, social, económico, con lujosos autos y demás detalles; gracias a mis estudios en las mejores universidades del mundo, me han permitido ser una persona muy influyente por lo cual lidero mi propio partido político con el cual he llegado a ser Congresista y luego Presidente de mi caótica y desordenada Nación.
Luego de escuchar diversos argumentos y compadeciéndose de Juan – San Pedro mencionó:
– ¡Bien Juan!, te voy a hacer una simple pregunta; si la respondes, podrás entrar al Paraíso, espero contestes con la absoluta verdad. Te advierto, no intentes mentir, si lo haces, me daré cuenta; recuerda que soy la persona que permite la entrada al paraíso.
 – ¡Acepto!  –contestó Juan Pérez –. ¿Cuál es la pregunta?
San Pedro, preguntó: – ¿Has sido una persona JUSTA en la tierra?
–Mmm… – Contestó Juan Pérez –Como abogado y letrado soy una persona culta, educada instruida, con maestrías y doctorado,...esteee multimillonario.
– ¡Momento! – Interrumpió San Pedro, – ¿Esa, no ha sido mi pregunta?
–Volveré a preguntar –, replicó San Pedro: – ¿Ha sido Ud. una persona JUSTA? Respóndame con un simple y contundente, Si o No.
Una vez más, de forma evasiva Juan Pérez respondió: – Esteee..., pero soy exitoso empresario, he viajado por el mundo, soy amigo del Papa y hasta Juez y Presidente de mi país he sido…
San Pedro -ofuscado por el tiempo perdido- abrió de par en par las puertas del Paraíso, y dirigiéndose a Juan Pérez -quién miraba desde el umbral de la puerta- le dijo: – Desde donde estás parado puedes apreciar lo hermoso que es el Paraíso; aquí adentro, (señalando al interior del paraíso) está Jesús quién carece de grado de instrucción alguna, pero es persona justa e hijo humilde de un pobre carpintero, a él lo acompañan sus 12 apóstoles, aquí también están algunos santos más y muchas otras personas  buenas; como verás, nuestro mundo esta ordenado, limpio,tranquilo y alegre, en fin todo marcha bien. En ese sentido, al interior de éste el Paraíso, poco o casi nada importa el grado de Educación, instrucción o cultura, el dinero no sirve en absoluto, ni los idiomas, pues todos hablamos uno solo; pero, eso sí, aquí  reina la virtud de la Justicia, pues todos los que ingresaron al paraíso son ante todo personas justas.
Luego, cerrando las puertas del Paraíso (casi en la cara de Juan) y asomándose por la ventana del portón (aún abierta), – San Pedro exclamó– ¡Ah! olvidaba mencionar, aquí no hay abogados,pues no hay conflictos; por lo tanto es bastante probable que Ud. se halla confundido de camino; haré revisar el sistema, pero el del ascenso al cielo. Y presionando un botón (desde el interior), abrió los cielos, he hizo caer a Juan Pérez adonde realmente pertenecía.
MORALEJA(reflexión):
1) “La base del desarrollo de una Sociedad está en lo eficiente de su Sistema de Justicia, la Educación-siendo importante- es uno de sus pilares (no base), que contribuye al desarrollo del individuo y no necesariamente de su entorno social”.
2) “La justicia es sumamente importante para una nación como para dejarla sólo en manos de los abogados, razón por la cual se creó el Juicio por Jurados”.
3) Si quieres hacer de tu Nación un paraíso, tu sistema de Justicia debe de ser eficiente pero ante todo democrático”.
4) No existen los profesionales de la Justicia, ésta es una virtud cardinal presente en todo ser humano.

NO A MAGISTRADOS COMO DOCENTES EN LA UNIVERSIDAD - PERÚ

 Por: Iván G. Fernández Paz (*)
Bajo el amparo de la Constitución Política del Perú y el pretexto que brinda el paradigma de la Educación, en nuestro país se han tejido, construido y mantenido situaciones absurdas e insólitas que lindan con lo  ilógico o son propios de protervo y elemental bodrio que no existen en otras naciones; uno de ellos reza así:
Artículo 146° La función jurisdiccional es incompatible con cualquiera otra actividad pública o privada, con excepción de la docencia universitaria fuera del horario de trabajo.
Los jueces sólo perciben las remuneraciones que les asigna el Presupuesto y las provenientes de la enseñanza (…).
El Estado garantiza a los magistrados judiciales: (…) Y
4.  Una remuneración que les asegure un nivel de vida digno de su misión y jerarquía.
Conocemos que, la encomiable labor ejercida en especial por Jueces y Fiscales, pero también Procuradores, Defensores del Pueblo (en el amplio sentido de la palabra, en adelante Magistrados), resulta ser un apostolado -seres con valor y sin precio-; como tal, su accionar debería ser dedicada a tiempo completo y bien retribuidos tal y como lo expresa el “Inc. 4. Remuneración digna de su misión y jerarquía, acorde a su investidura; en tal sentido, cabe preguntarse:¿Qué urgencia económica, necesidad personal, apuro particular o interés egocéntrico; urge a Magistrados en competir y quitar una opción laboral por horas (nunca a tiempo completo), a un colega abogado? Si consideramos que, los magistrados reciben adecuado y gratificante estipendio del Estado; de no ser considerado así por ellos, la respuesta es simple, ¡RENUNCIEN! y dedíquense a la noble opción pedagógica que brinda la enseñanza.
Si bien resulta cierto concebible y bueno que, un abogado siendo “catedrático” pueda postular a la magistratura, actitud que otorga puntos adicionales a su hoja de vida –situación indiscutible-; también lo es, no ser adecuado que, luego de ingresar como tal, continúe enseñando; así mismo, puede ser asertivo que como Magistrados, algunas Universidades los “inviten” eventualmente a dar conferencias magistrales o ponencias especializadas, más allá de eso, se prestaría a suspicacias; tales pretextos anidadas en la enseñanza degenera en peores consecuencias sustentadas en los siguientes argumentos:
- Vinculada a la Carga Procesal: Se refleja en hacer eco de la eterna queja que por generaciones esgrimen los operadores del derecho, referente a la abominable Carga Procesal; palabra que resume la abundante e incontenible acumulación de expedientes por resolver; situación que al ser contrastada y enfrentada al elemental sentido común, nos dice: “Si no tienes tiempo en solucionar tu trabajo de Magistrado, qué haces ejerciendo de Catedrático”.  Es necesario dedicar más tiempo  a despachar labores, en lugar de estar de “profesor universitario” al cual son inherentes labores de: Investigar, preparar y exponer clases, confeccionar y corregir pruebas, evaluar alumnos, entre otros sucesos; acaso, no resulta lógico dedicarle todo ese tiempo a: Estudiar, analizar y revisar expedientes y casos; obteniéndose como resultado congruente, en que la omnipresente “carga procesal” se vería reducida de alguna forma consecuente.
- Deriva en corrupción: Nuestro país vive una vorágine de corruptela, nefasta situación de la cual no se escapan las Universidades -nacional o particular-; es así que, por los medios de comunicación nos enteramos que, ciertos “personajes” –desde propietarios, rectores, decanos hasta el personal- se han visto envueltos en investigación o juicios por corrupción; tales expedientes en el proceso de investigación o juzgamiento han tenido la increíble “suerte” de caer en despachos, donde los imputados o inculpados (patronal) tienen relación laboral –íntima- con el juez o fiscal (trabajador) quién providencialmente ¡Oh, casualidad! dicta clases en su Universidad, y aun cuando existe un evidente “conflicto de intereses” ante lo cual procede una elemental recusación o elegante abstención al proceso, se continúa con el mismo, olvidando de plano la deontología jurídica; resultado, situaciones arbitrarias y parcializadas que afectan y deterioran el sistema de Justicia en su integridad.
- Germen del padrinazgo: Las aulas universitarias resultan ser caldo de cultivo de interrelaciones personales, situación que se aprecia con énfasis entre catedráticos (jueces o fiscales) y alumnos (futuros abogados), quienes desde las aulas universitarias inician relación biunívoca profesor- alumno, para bien (vasallo) o para mal (aversión); situación generadora de perjuicios en el futuro accionar de los actores dentro del sistema por obvias y elementales razones; verbigracia de lo mencionado es: Partir en total desventaja, al atreverse litigar con una despampanante “coleguita” donde el Magistrado ha sido su profesor y hasta “amigo” benevolente con las notas en épocas universitarias. En éste sentido, tal vinculación ejerce efectos futuros donde predomina el amiguismo, el servilismo y hasta el revanchismo trasladado a estamentos judiciales.
- Distorsiona la calidad de la enseñanza: Es reconocido que en Perú existe gran desprestigio en nuestro sistema de justicia, situación  obviamente derivada de la responsabilidad de “nuestros” magistrados  -salvo honrosas excepciones- quienes dejan mucho que desear en la emisión de sus dictámenes, o fallos previstos en resoluciones, autos o sentencias; en consecuencia, si tenemos “malos” magistrados, entonces ¿Qué tipo de “cátedra” expondrán en clases Universitarias?  No será que en aulas “malos jueces enseñan malas cosas”; volviéndose un círculo vicioso o vorágine de remolino que succiona la calidad de estudiantes de las facultades de Derecho. Resulta fácil entender, que la educación jurídica revela el carácter esencial del sistema y sus instituciones, y como es que el régimen educativo en las Universidades ha contribuido a la mediocre formación del abogado, quién a su vez, deja su huella en nuestro cada vez más deteriorado entorno social; no obstante, continuaremos escuchando de instituciones universitarias que se publicitan y hacen alarde de tener los mejores catedráticos, entre los cuales están tal o cual juez o fiscal.
- D´Turno: Por asuntos eminentemente laborales reflejo de responsabilidades que el Estado otorga, algunos magistrados están obligados a despachar en días no laborales (sábados, domingos y feriados) por lo tanto están “DE TURNO”, el detalle es, que muchas veces NO se les encuentra en su trabajo y hasta son -por decirlo menos-  casi "inubicables" hasta por teléfono celular; el detalle está, en que hay Universidades que dan clases sábados y domingos  (hasta días festivos), por lo tanto, es muy probable que los integrantes de nuestro sistema de Justicia se encuentren departiendo clases en alguna aula; razón por la cual se entiende -en especial los fines de semana- que cuando hay menores accidentados, víctimas mortales (cadáveres por levantar), personas que NO deberían estar en cárcel, etc. pues, ya contamos con elemental noción dónde podría estar el magistrado, y de seguro que con el celular apagado, pues la misma exigencia es trasladada a sus alumnos.
- Obsolescencia en la educación: La enseñanza por parte de Jueces o Fiscales en las Universidades poco contribuye al desarrollo e innovación de la carrera del derecho, por cuanto el ejercer doble trabajo, resta tiempo en investigar nuevas corrientes, manteniendo con denodado afán su “status quo”  ligado a intereses personales, siendo siempre opositores (salvo excepciones) a la renovación del Sistema de Justicia manteniendo doctrinas ortodoxas y desfasadas en el tiempo.
- Politización nefasta del sistema: Aun cuando es verdad, que los magistrados no debe de participar en opciones político partidarias por razones obvias; también resulta cierto que “algunos” manifiestan abiertamente su corazón partidarizado, esto se refleja hasta en universidades, quienes se reparten el mercado laboral (sin generalizar) de la siguiente manera: San Marcos, San Martín y Federico Villarreal se orientan al sector público en especial la Judicatura; otras como la Universidad de Lima y La Católica apuntan al sector privado en vista que la Judicatura está casi copada por egresados de las universidades que ostentan cierto color político y apología partidaria definida.
En buen resumen y según lo expuesto, es de asegurar que contamos con un sistema de Justicia basado en las "interrelaciones personales" lo que en lenguaje popular se denomina "patería"; tal situación configura un ambiente irregular, mediocre pero ante topo injusto; razón ante lo cual, es menester advertir a los magistrados y por el bien de nuestra Nación que, o se dedican a labor completa para los entes del Estado que los contratan, o renuncia a la misma para ejercer la noble labor pedagogía; pero entiéndase, que no es funcional ni compatible ejercer ambas cosas al mismo tiempo, por cuanto existe un simple, permanente y constante conflicto de intereses creados y por crearse.
Que los Magistrados enseñen en Universidades, resulta inconcebible en naciones desarrolladas y prósperas, en especial el mundo Anglo-americano; pero como es de esperar, aquí, en nuestro siempre “confundida” sociedad latinoamericana resulta que ser “catedrático universitario” es una especie de bonificación propia de ensalzar el ego, y ostentar grado de vanidad personal apto a futuros contubernios, amparado de manera poco analizada en nuestra Constitución Política.
Es de incluir a sazón, de que en Derecho “toda regla tiene su excepción”,  o lo parafraseado en el mundo de la Ingeniería “nada es absoluto todo es relativo”; y ante lo expuesto en el titular, no queda sino subsanar y con urgencia  –por el bien del país-  tal inconveniente, competencia dirigida a nuestros legisladores en la debida observancia de nuestra Constitución Política; pero por lo pronto, se podría ir avanzando con restricciones a ser aplicadas en el marco de la nueva Ley Universitaria, así evitamos seguir deformando la carrera de derecho en nuestro país que tan llevada a menos está y por elemental sentido de ser Justicia.

Artículo publicado en Suplemento Dominical del Diario La Industria – Fecha: Chiclayo - Perú 11/Oct/2015

(*) ANALISTA POLÍTICO–
¡Democratizando el Sistema de Justicia!
Asociación Civil Promoviendo Desarrollo / Director del PROYECTO JURADOS (PROJURADOS)
Visítenos en Facebook: https://www.facebook.com/ivan.fernandezpaz
Correo E-mail: projurados@hotmail.com