PODER JUDICIAL FALSO PODER (FUNDAMENTOS)

Por: Iván G. Fernández Paz (*)
Donde hay poca justicia es un peligro tener la razón - Francisco de Quevedo
En el meticuloso análisis de nuestra agobiante realidad donde resaltan los avatares de injusticia que a diario vive nuestro país, se obtiene por conclusión que nuestros males tienen como origen la pésima forma de cómo nuestro Sistema de Justicia funciona, específicamente su Poder Judicial. Lo cierto es que, en el fragor de la investigación llegamos a la conclusión que el Poder Judicial es nada más y nada menos que un falso Poder.
Tangencialmente lego en derecho, con amplio sentido común y conocedor de mis facultades en hacer uso del derecho consuetudinario o ley común, he querido sustentar tal osado pero dialéctico titular “Poder Judicial Falso Poder” y parodiando a los eruditos del derecho, he tenido a bien emularlos con sendos y singulares fundamentos:

Fundamento de Hecho: Es preciso conocer, que la fuerza del vocablo PODER enmarcado en un contexto esencialmente democrático, sólo es conferida única y exclusivamente por la acción directa de lo que el pueblo, verdadero soberano entrega y éste explícitamente otorga Poder mediante el Voto Directo ó Sufragio Universal; siendo el pueblo y sólo éste, el que cede y avala el magnánimo PODER. Por lo tanto, Legislativo y Ejecutivo (muy a nuestro pesar) sí son Poderes, respaldados por nuestros votos en aras de la Democracia; los Congresistas y el Presidente que actualmente nos representa, nos guste o no, están con todas las de la ley.
Entonces, la pregunta es ¿Cuándo, usted votó, por su representante al Poder Judicial autodenominado Tercer Poder del Estado? Respuesta obvia: Nunca. Aún cuando la Constitución menciona, Artículo 139-Inc. 17 La participación popular en el nombramiento y en la revocación de magistrados....
Percátese, que éste pseudo poder es creado en contubernio por los otros dos poderes del estado y desde la naciente república se establecieron sutiles mecanismos resumidos en crear “por lo bajo” propuestas de candidatos, que actualmente “se encargan” al Consejo Nacional de la Magistratura ó CNM (organismo de fachada) pues a pesar, que la Constitución. (Art.153) prohibe su participación en la política, son conocidas sus afinidades político partidarias, resultando un apéndice de los dos verdaderos poderes, por lo cual, nunca llegarán a tener la ansiada autonomía, de paso es precios aclarar que el voto de los integrantes del CNM desde nuestra óptica es un voto “profesional” y no es un voto popular, por lo tanto su elección no es muy democrática que digamos.
Este favor, en “su selección más no su elección” de Jueces y Magistrados es devuelta a la clase política a futuro, eximiéndolos de penas y sanciones severas cuando caen en “su” Poder Judicial, resultando éste en un mercado donde se concurre a negociar y mercantilizar una virtud cardinal que es, la justicia: siendo lo más grave que le puede ocurrir a una sociedad con ó sin Democracia.
Fundamento de Derecho: Nuestra constitución (la anterior y ésta) dice: CAP VIII-Art 138º: La potestad de administrar Justicia emana del Pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos con arreglo a la constitución y a las leyes. Procediendo con la debida interpretación resalta que, la palabra Potestad ejerce un efecto imperativo directo al ser conjugado con la palabra Administrar, siendo éstas por lo tanto, mucho más relevantes que el simple vocablo Ejerce, no obstante tal comentario, permita que el análisis y desciframiento de lo que en esencia profesan, nos conduzca a una mejor traducción.
Usando elementales sinónimos, deduzca el significado de las palabras y obtendrá como resultado una respuesta que podría enmarcarse en la siguiente interpretación. “El dominio, poder y facultad para gobernar y dirigir dando a cada uno lo que le pertenece, procede y deriva sustancialmente del Pueblo o ciudadano y es practica del Poder Judicial... ”.
He aquí, una nueva interrogante: ¿Cuándo usted, como integrante de éste pueblo ultrajado ha hecho uso de tal potestad para Administrar justicia? Obviamente y una vez más la respuesta es: Nunca. Aún más, cuando las ganas de emanar ajusticiamientos para tanto político inmoral o delincuente de seguro no le han faltado.
Todo esto, al ser trasladado a una comparación metafórica donde se aplica por deducción que, para sostener erguida una mesa mínimo se necesitan tres patas; ésta endeble mesa denominada Democracia en donde descansa nuestro Perú, se sostiene en un peligroso equilibrio de dos patas, representadas por dos verdaderos poderes del estado, la tercera pata que emula al Poder Judicial, simplemente no existe, y el peligro que se cierne sobre una posible caída de la mesa que soporta al país será eminente.
Fundamentada tal expropiación, bien generaría una demanda al pseudo Poder Judicial, por usurpación de poder, ante lo sustentado imagínese, cual sería él tramite a seguir para acusar formalmente a éste ilegítimo poder del estado, ó simplemente denunciar ante su majestad el pueblo; que de seguro sabrá sentenciar bajo el adagio latino “Vox Populi Vox Dei” la voz del Pueblo es la voz de Dios.
En conclusión, he aquí fundamentados nuestros males como nación, ha sido el Pueblo por siglos despojado mediante artimañas de su principal poder que es la de emanar simple Justicia. Este abrumador daño, solo le será resarcido cuando instauremos una democracia semidirecta, que incluye la participación directa de los ciudadanos en la administración de “su justicia”, tan igual como lo hacen (desde que eran bárbaros) los países del primer mundo y se le denomina Tribunal de Jurados; institución que refleja la máxima expresión democrática propia de los países en progreso y desarrollo, donde es el pueblo el que fortalece a su verdadero tercer poder del estado, el Judicial.
Ahora se entiende, por qué la Democracia en América Latina y en especial nuestro país no funciona, la respuesta es, por que tenemos el mismo sistema de justicia engendrado para beneficiar a todo aquel que delinque o vive a expensas del estado, e instalar uno igual al Anglosajón que se resume en, justicia con sentido común en manos del ciudadano conformando un Tribunal de Jurados; simplemente, no les interesa, no les conviene, no les gusta. ¿Por qué será?
Es por eso que, cual tinta indeleble fijada en el subconsciente, tenga usted a bien de pasar la voz, “El Poder judicial No es Poder” deducción que corresponde enteramente a la lógica y a la pura verdad, la misma que lo orientará a exclamar ¡Eureka, eureka! “Juicios por Jurados”, e aquí la verdadera alternativa para cambiar nuestro país; y usted amigo lector aportará al cambio cuando en el futuro haciendo uso de su simple sentido común, nos represente en un Tribunal de Jurados.
Es propicio advertir, que siendo ésta una propuesta popular y electorera, tal idea pueda ser captada como oferta política, pero téngase en cuenta que la institución de juicios por jurados, es orientada al común de los ciudadanos sin intereses políticos particulares; pues ésta para que cumpla sus nobles propósitos no debe de ser infiltrada o manoseada por políticos partidarizados ni por los operadores del derecho, pues conozco de experiencias nefastas cuando esto a ocurrido, por lo tanto, ¡estamos sobre aviso!
Somos conscientes, que la tarea será dura y los obstáculos innumerables pero no imposible, si se lucha por la Democracia que beneficia a unos cuantos, ¿Por qué, no hacerlo por la Justicia, que beneficiará a todos por igual?
(*) Analista Director del PROYECTO JURADOS
Asociación Civil Promoviendo Desarrollo - Chiclayo
E-mail :
projurados@hotmail.com
Para mayor Información vístenos en el Internet como:
http://groups.msn.com/PROYECTOJURADOS
Publicado inicialmente en el Diario La Industria de Chiclayo. Lunes 28 de Febrero del 2005 Pág. A2, y en otros medios.

En JUSTICIA, Nos siguen "paseando", con mas de lo mismo

Por: Iván G. Fernández Paz (*)
Sigo con atención todas las ideas y procesos que se están dando para hacer un cambio efectivo en nuestros Sistema de Justicia, para lo cuál se han creado instituciones recientes como la Oficina Nacional Anticorrupción (ONA) y algunas otras como la CERIAJUS, y la ANJ, en donde en su totalidad están conformadas por abogados y a mi parecer no quieren encontrar reales soluciones a una institución que va hacia el colapso.
Analizando algunas de sus buenas proposiciones, encontramos que sólo son de forma más no de fondo y promueven la participación ciudadana de forma decorativa más no participativa, incorporando “nuevos experimentos”, que son pérdida de tiempo, por lo tanto previsibles de fracaso total; esto quiere decir que, para el cáncer que tenemos sólo nos dan aspirina. Entre algunos banales placebos para este agonizante enfermo llamado Perú tenemos:
La participación ciudadana en la selección (no-elección) de los Jueces y fiscales y la mejor evaluación de su Curriculum Vitae, en donde con denuncias y tachas contra candidatos no idóneos, llevaremos a nuestras instancias de Justicia a los abogados “más probos e inteligentes” a ocupar el sillón de juez o fiscal en un anquilosado y obsoleto Poder Judicial.
Inocente propuesta enmarcada bajo la premisa de que así como “el hombre nace justo y la sociedad lo corrompe”, ésta se repetirá en el Poder Judicial donde “casi” todos los magistrados que ingresan son honorables pero es en el interior de un sistema plagado de perversiones en donde se corrompen (salvo excepciones). En cuanto a su curriculum encontraremos de forma por demás pulida cantidad de cursos, eventos y maestrías (que ahora abundan y que se resumen a cuanto dinero tienes y te doy un cartón), y sería ingenuo encontrar en ésta una lista de los malos actos suscitados por un personaje en su cotidiano actuar.
Otro de los nuevos “inventos” es la creación de un Organo de control que se resume en la creación de un control para el que controla al controlador, que para mi entender es más trabajo para más colegas (¿no será un programa laboral del gobierno?).
Una vez más, sólo se han limitado a pedir opinión ciudadana y una vez que la recogen, (al igual que el político con el voto, luego no se acuerda de lo ofrecido) las descartan pues creen que los ciudadanos no están capacitados para emitir una valedera opinión, por ejemplo, cuando estuvo en Chiclayo el Acuerdo Nacional por la Justicia (ANJ), muchos de los concurrentes propusimos la idea de incluir ciudadanos adscritos al Poder Judicial denominados Jurados, y así generar un auténtico cambio, erradicando para siempre en los casos penales y civiles el fallo y sentencia como propiedad absoluta de los Vocales, propuesta que no han hecho caso en lo absoluto, por que simplemente perderían su omnímodo poder.
En la semana de la Justicia, todas las apreciaciones se han resumido en más dinero requerido para más futuros trabajadores por lo tanto en “Justicia nos siguen paseando con más de lo mismo”, y con relación a la verdadera participación ciudadana ésta se quedará en meramente decorativa más no participativa.
Aclaremos, la verdadera reforma del Poder Judicial, no debe estar enmarcada en cosas superfluas, como el incremento de sueldos, o de recursos humanos para hacer efectiva su operatividad, estas son razones expuestas, solo por las partes interesadas en este “antiguo litigio” que tiene el Poder Judicial con el Pueblo, pues son consideradas paliativos que sólo hacen crecer al tumor de la corrupción, que en él se encuentra inmerso. La única verdad sostenible es que no es suficiente una “reforma” sino necesariamente una “refundación” del Sistema de Justicia copiando en lo fundamental a lo que realmente hizo grande a las Naciones del Primer mundo, en donde el denominador común es siempre la participación directa del Ciudadano y ellos le denominan Tribunal de Jurados.
Aun cuando ciertos “personajes” se oponen a la instalación de Juicios por Jurados por ser según ellos una realidad que no se acopla a la nuestra; éstos nos seguirán negando la participación ciudadana efectiva, bajo el absurdo pretexto de que nuestra sociedad es distinta, pero lo exacto es que simplemente NO les conviene, pues son ellos los que no están preparados para el cambio, enmarcándose en aquel conocido adagio de San Agustín que dice: “Cuanto mejor es lo bueno, tanto más molesto es para el malo”.
Somos los ciudadanos - no solamente los profesionales del derecho -, los que debemos decidir como debe ser nuestra justicia y uno de los baluartes más importantes es el de estar inmersos en ésta como la mejor forma expresada en el mundo y son los juicios por Jurados.
Si empezamos desde ahora a cambiar la doctrina de nuestro Sistema de Justicia, copiando y sobre todo perfeccionando al mejor Sistema, probablemente seamos protagonistas de un cambio revolucionario que se prevé tenga el mundo, y no seamos como siempre lo hemos sido, meros espectadores de las evoluciones que no sólo en justicia se plantearán en este nuevo Milenio. Se trata de involucrarnos cooperando con el establecimiento para un nuevo orden nacional en donde los ciudadanos inmersos en el Tribunal de Jurados sean realmente lo que se acerca más a una efectiva solución.
Somos conscientes que la tarea será dura y los obstáculos innumerables, pero no imposible, si hemos luchado por la Democracia que beneficia a unos cuantos, ¿Por qué no hacerlo por la Justicia, que beneficiará a todos por igual?
(*) ANALISTA - Miembro de Asociación Civil
Promoviendo Desarrollo (PRODES) - Chiclayo
Director del: PROYECTO JURADOS (PRO-JURADOS)
E-mail:
projurados@hotmail.com

UNA SÓLIDA JUSTICIA REFUERZA UNA FRÁGIL DEMOCRACIA


Por: Iván G. Fernández Paz (*)
Quiero presentarme como un ciudadano con elemental sentido común, y en el curso de la presente redacción no es mi deseo ingresar en el intrincado terreno de los abogados o jurisconsultos aquellos que interpretan y se enredan en los vericuetos de las leyes, sino, entrar a los terrenos de una virtud cardinal y elemental propia de todos los seres humanos que es, la Justicia y especialmente orientar el presente texto al ciudadano común lego en ciencias del derecho.
Al mismo tiempo tengo el amplio deseo de dar respuesta a una de las grandes interrogantes del por qué nuestro país no encuentra el rumbo para un progreso y desarrollo eficiente, siempre ligado a una insipiente Democracia. La propuesta, no es innovadora sino que simplemente, es el análisis e interpretación de la vivencia real y concreta obtenida de los países del primer mundo y en espera de crear conciencia colectiva que para cambiar nuestra Nación la esencia radica en aportar cambios radicales a nuestro Sistema de Justicia y sobre todo a su Poder Judicial, para lo cual ofrezco mis mejores apreciaciones orientadas a obtener su interés “por ser Justicia”.
Así mismo, es bastante probable que, lo que en estas líneas exprese, afecte notablemente el intelecto de aquellos que viven a expensas de la Democracia y hacen uso de ella para depredar al estado en beneficio de sus intereses obscuros; también se sentirán aludidos todos aquellos que subsisten en el fango de la corrupción y están inmersos en cualquiera de los endebles y decadentes poderes del estado, también todo aquel delincuente que imbuido en nuestra sociedad hace de las suyas sin obtener castigo alguno; estos siniestros individuos que abundan en nuestra país, probablemente intenten degradar la idea o descartarla de alguna manera, pero estos “personajes” también deberán tener en cuenta que el cambio es necesario e inevitable. Por otro lado, esta idea sonará a música celestial para todo aquel honorable ciudadano que cree, que el país no tiene solución o aquellos otros que buscan un salvavidas para este Perú, que cual naufrago en el mar de las desventuras se encuentra inmerso, gracias a cierta decadente clase política que le vende al pueblo la falsa idea, que la Democracia es la panacea para solucionar todos lo problemas que lo aquejan.
Me he enfrascado de forma por demás apasionada desde 1998 en averiguar en diversos medios sobre las Doctrinas y Sistemas de Justicia en el mundo (derecho comparado o mejor dicho comparando justicias); algunos que respeto pero no comparto u otros desfasados en el tiempo (como el derecho romano que tenemos). Por lo tanto, bajo la premisa de adopta y mejora, pero sobre todo perfecciona; mi apreciación se orienta básicamente a reproducir la doctrina de justicia Anglosajona, que tiene como dogma fundamental la participación efectiva del común de sus ciudadanos integrando JURADOS, la misma que, creo y defiendo por convicción, es la mejor tanto en lo penal como en ciertos casos en lo civil.
La respuesta a mi inquietud y que gustosamente traslado a usted amigo lector, es el de tener en cuenta que la Democracia es una extensión de la Justicia y no a la inversa, como se ha venido haciendo y es natural, que así no funcionen las cosas.
Es demostrable que, una sólida Justicia refuerza una frágil Democracia; en aquellos países que son dignos de constante admiración la secuencia en realidad es que, antes de haber elaborado una democracia - la misma que nuestra clase política para su conveniencia copió - primero y sobre todo establecieron una vigorosa y eficiente base de Justicia, cimentada en la participación real del pueblo y lo denominaron Jurados. Y no ha sido a la inversa, como es el denominador común en los países Latinoamericanos, en donde anteponiendo Democracia siempre una clase política dominante ha depredado al estado para beneficio personal, sin que medie una Justicia efectiva que los pueda sancionar de manera real y ejemplar - como es de notar, a cierta clase política corrupta no le interesará en lo absoluto el copiar este modelo de justicia - generando en franco ascenso, “la cultura del vivo o del corrupto”, que en la mayoría de los casos se aprovecha de una endeble democracia para obtener poder, llegando a ser autoridad, progresando a expensas de inmoralidad e injusticias.
De igual manera, amigo lector, pienso que nuestro país ya no está para realizar experimentos banales, que al cabo de unos años nos llevan al fracaso total. Es más, dejo por sentado que en todo los países donde existen Jurados y éstos hacen uso de la Ley común, también ampliamente conocido como Derecho Consuetudinario, siempre hay progreso, exista o no Democracia (como en algunos países asiáticos).
En conclusión; es el Jurado el que refleja en una verdadera Democracia, el Progreso de las Naciones, la misma que fundamenta la eficacia de su Poder Judicial, en una institución compuesta por ciudadanos que constantemente participan emitiendo un veredicto basados en sentido común, resaltando aquellas metafóricas fórmulas, en donde el orden de los factores sí altera drásticamente el producto y que he institucionalizado como:
Justicia + Democracia = PROGRESO
Democracia - Justicia = CORRUPCIÓN
Por lo tanto, dejemos que los políticos usen la Democracia para retener el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, pero entreguemos al Pueblo como futuros Jurados el Poder Judicial avalados por nuestra actual constitución “Cap. VIII Art. 138º La potestad de administrar justicia emana del pueblo...”; el mismo que con el devenir del tiempo, se vislumbra como el verdadero Primer Poder del Estado y ante el cual, los nocivos individuos que conforman esta democrática sociedad temblarán.
Soy consciente que la tarea será dura y los obstáculos innumerables, pero no imposible, si hemos luchado por la Democracia que beneficia a unos cuantos, ¿Por qué no hacerlo por un ideal de Justicia, que beneficiará a todos por igual?
(*) ANALISTA – Asociación Civil Promoviendo Desarrollo Chiclayo
Director del PROYECTO JURADOS (PRO-JURADOS) E-mail :
projurados@hotmailcom